martes, 3 de mayo de 2022

Nutrias piscícolas

El río Barbate es uno de los ríos, que sin llegar a considerarse uno de los principales de la provincia, sí que cobra gran importancia por su recorrido y amplitud. Nace en las sierras del Aljibe, en los Alcornocales, y tras recorrer sus angosturas, realimentado por sus afluentes va alcanzando la llanura del litoral dejando atrás el mosaico de campiñas alomadas y terrenos agrícolas de la comarca de la Janda.

Río Barbate a su paso por Vejer de la Frontera

Desemboca mediante un disperso entramado de marismas que reciben su mismo nombre, entre los municipios de Vejer de la Frontera y Barbate, para terminar vertiendo sus aguas al Atlántico en la playa del Carmen de la localidad barbateña. 

Es en ese entramado de marismas donde sus aguas se vuelven salinas de forma gradual por la influencia mareal oceánica. Y zona que adquiere especial relevancia para este proyecto centrado en las poblaciones de nutrias costeras.

Gaviotas de audouin en las marismas del Barbate

El verano pasado decidimos contactar con la empresa acuícola Esteros Lubimar, ubicada en las marismas del Barbate y que linda con el canal principal del río, para poder realizar una prospección y verificar si estas nutrias costeras accedían y hacían presencia en sus instalaciones. Desde dirección se sintieron interesados desde el primer momento por este proyecto y nos abrieron las puertas para recibirnos muy gratamente. Los Esteros Lubimar están especializados en la cría de doradas y lubinas de estero en extensivo, realizando un cultivo de forma natural, sostenible con el entorno y respetuoso con las especies, y así poder ofrecer productos de primera calidad.

Tras recibirnos en sus instalaciones, uno de los operarios encargados, nos ayudó y acompañó gran parte de la mañana en hacer un recorrido por las instalaciones para la detección de la especie. Visitamos algunas de las zonas donde en algún momento alguno de los trabajadores creían haber visto al mustélido de forma fugaz. También invertimos más tiempo en revisar puntos estratégicos de marcaje, como compuertas, muros de contención o pasarelas.

No tardamos mucho en detectar el primer indicio de estas nutrias costeras. aunque eso sí, de forma casi indetectable. Unos pequeños excrementos compuestos de restos de espinas casi pasan desapercibidos  entre la vegetación seca de los muros de un estanque.

Marcaje de nutria entre la vegetación

Continuamos revisando zonas que la experiencia nos dice que son estratégicas, hasta que conseguimos encontrar más excrementos, alguno sobre piedras al borde del agua y siempre localizados en los extremos por donde accedía a los estanques. Todos los excrementos que detectamos estaban compuestos principalmente por restos de peces.




Excrementos de nutrias junto a los estanques

Tras la inspección de algunas zonas arenosas y fangosas no conseguimos hallar huellas del mustélido, pero en un medio donde los niveles del agua fluctúan constantemente a veces no deja visible estos rastros el suficiente tiempo para dar con ellos.

Confirmamos como la nutria se adentra en los esteros de la instalación, y pude que se cobre alguna pieza alimenticia en los estanques de cultivo, pero que solo supone alguna captura realmente insignificante. A cambio, se obtiene el placer de poder de disfrutar de la presencia de este mustélido tan entrañable y necesario en nuestros ecosistemas. En Esteros Lubimar, compatibilizan perfectamente su explotación con la presencia de esta joya y se enorgullecen de que pulule por sus instalaciones. También lo compatibilizan con la presencia de numerosas aves, y favorecen a mantener la riqueza de este espacio natural.

En otras prospecciones realizadas en la misma desembocadura del río Barbate, no se ha conseguido detectar sus indicios, posiblemente debido a la inmensidad de recovecos y dispersión de este río al esparcir sus aguas, y no por el hecho de que no puedan hacer algunas incursiones a la misma playa. Seguiremos insistiendo. 

Se ha realizado alguna consulta a algún pescador de la zona y personas que viven aledaños al río, algunos comentan no haber visto nada recientemente, pero tienen noticia de haber escuchado que años atrás ha sido vista por algún pescador. Como dato curioso, notamos que  algunos de los pescadores a los que se le preguntó, mostraba cierto recelo al responder, puede arrastren el temor de hablar al saber que estamos ante una especie protegida y haber sido esta objeto de caza...

Seguiremos tras las pistas de estas nutrias costeras del Barbate, e investigando con más detenimiento sus campeos y movimientos a través de la detección de indicios y recogiendo información. Recordamos que cualquier dato que se pueda aportar al respecto será bienvenido, y contribuirá al conocimiento y puesta en valor de esta especie (contato: esmera.rgn@gmail.com).

Dar las gracias a Esteros Lubimar por abrirnos las puertas,  y a su personal que se portó tan amablemente. 

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